sábado, 16 de julio de 2011

La Vecina


Pues ya era domingo, desayunamos los tres nuevamente comentando las experiencias del día anterior, cuando sonó un par de golpes en la vidriera del jardín, era el toque que hacia Ángela. Jaume fue a abrir.
Terraza de Jaume

-         Que tal Ángela, no te esperábamos.
-    Lo sé es domingo y Ferry esta acompañado, pero mi madre ha insistido en que le traiga el café de cada día, dice que es tan agradecido que se lo merece. Entró en el salón y lo dejó delante de mí.
-         Siéntate Ángela, acompañamos un rato.
-         Bueno Jaume, pero poco rato que quiero arreglarme el pelo y mira como he venido, ya sabes como es mi madre, dice “Lleva esto” y ocurre.
-         Sí Ángela tiene un poco de carácter, pero es una buena persona.

El resto transcurrió con comentarios del día anterior y lo cansado que estábamos todos, finalmente a la media hora Ángela se excuso y se marcho, pero antes de irse se dirigió a mí:

-         ¿Qué vas a hacer hoy Ferry?
-         Pues no lo sé, seguramente nada, descansar un poco más.
-         ¿Por qué no me invitas a hacer el vermú, Ferry?
-         ¿Dónde?
-         En el pueblo mismo.
-         Bueno Ángela, a que hora te va bien.
-         Sobre la una paso a buscarte.

Se dio media vuelta y se fue, no esperó ni que yo le dijese sí, sorprendente, tenia la sensación que algo iba a pasar. Pilar recogió la mesa y nos dejo solos a Jaume y a mí en el salón.

-         Bueno Ferry, me parece que te han declarado la guerra sin cuartel.
-         Sí Jaume, y yo no estoy para hostias, perdón. Me sabría mal ofender a nadie, cuando todo el mundo me esta ayudando. Joder siempre me pasa lo mismo, sin hacer nada se montan unas confusiones increíbles, al final en vez de ir de educado por la vida tendré que ir de mal nacido, así me dejaran tranquilo. Joder estoy mal.
-         ¿Quieres que hablemos Ferry?
-         Pues sí, porque no sé que hacer con la carta de Lydia, me ha llegado al corazón. Mira que me lo estoy pensando en llamarla, pero esa traición me ha dejado tocado de verdad, de otro quizá no tanto, pero de ella me ha hecho mucho daño. Sin embargo esa carta esta hecha desde la reflexión, quizá se haya dado cuenta, no sé, creo que tendríamos que darnos otra oportunidad.
-         ¿Sabes lo que te voy a decir Ferry?
-         Sí lo sé, y es lo mismo que me dice mi cabeza, pero mi corazón funciona en otro plano. Joder yo a esa mujer la amo Jaume, con locura, le he dado más amor en un año y medio que en toda mi vida, me muero sin ella. Anoche fue la primera que pude dormir, llevaba sin dormir dos o tres noches, bueno quizá un par de horas por noche.
-         ¿Qué vas a hacer Ferry?
-         No lo sé, tengo que pensarlo, la llamaré, ya que ha hecho el esfuerzo de expresarse de ese modo y quizá la vea, no sé, estoy confuso por completo.
-         No la veas Ferry, será tu perdición, y ella no va a cambiar en absoluto. Tiene miedo, no es reflexión, es solo eso. Tú ya sabes lo que opino, no puedo decirte más, podría aplicarte alguna técnica, pero primero necesito que tú quieras y no quieres, además mentalmente eres muy fuerte, y si tú no quieres, solo queda medicarte. ¿Quieres medicarte?
-         No Jaume, sería lo último, cuando este derrotado por completo, ahora estoy muy mal, pero aguanto.

La conversación continuo por los mismos derroteros, hasta que sonó nuevamente la vidriera, mire el reloj, me sorprendí había pasado todo el tiempo que teníamos y Ángela era puntual. Fue Jaume, abrió y Ángela entró en el salón. Vaya, vaya como se había puesto Ángela para ir a tomar el vermú, una minifalda ajustada negra, y una blusa blanca ajustadita destacando mucho más su busto. Eso si, deberían ser los mismos botones que tenía la directora del hotel de Santo Domingo, la presión que aguantaba ese botón era crítica. Era una encerrona.

-         Disculpa Ángela, nos hemos liado Jaume y yo hablando y se ha pasado el tiempo sin darme cuenta, me arreglo en diez minutos. Me levanté del sillón y me dirigí a mi habitación, solo tenia que cambiarme de ropa.
-         Supongo que ahora me compensaras Ferry, por la espera, me dijo Ángela mientras me iba a la habitación. No conteste el reto.

Volví casi de inmediato.

-         Ya estoy, ves que rápido. ¿Qué Jaume os animáis, nos acompañáis?
-         No Ferry, mejor me quedo con Pilar, que la tengo muy abandonada.
-         ¿Comeremos como siempre Jaume?
-         Si, más o menos, no tengas prisa.

Joder como me ayudaba Jaume, primero no quería ir solo con Ángela, y después no me pone hora, bueno tendría que sacar mis mejores artes para no herir a nadie, solo me faltaba esto con la presión que tenia y encima a jugar al acoso. Siempre me pasaba lo mismo, por quedar bien, por agradecer a veces me encontraba en situaciones extrañas, complicadas, con lo fácil que hubiera sido decir “no”.

Además Ángela no se corto un pelo, de forma inmediata, encaminándonos hacia la puerta de entrada ya me cogió del brazo, que mal, que suplicio.
Fuimos andando hasta el bar del pueblo, nuestra conversación era monotemática, el día anterior era el tema, le ampliaba algunos detalles, por fin llegamos y me libere de su brazo para sentarnos, por fin libre.
Terraza del pueblo

-         ¿Qué vas a tomar Ángela?
-         Un vermú negro Ferry. Se acerco el camarero.
-         Tráiganos un vermú blanco y otro negro. ¿Quieres algo para picar Ángela?
-         Tú mismo, quizá unos berberechos o algo así.
-         Traiga unos berberechos y unas olivas.

Trajo el pedido el camarero, fuimos tomando el aperitivo, tranquilamente, hacia sol pero no calentaba mucho se estaba agradable para ir con manga corta  y mediados de Octubre. Ángela estaba bellísima, era una mujer muy guapa, además esa falda hacia que al estar sentada con las piernas cruzadas remarcase mucho más sus formas.

-         ¿Sabes como se le llamaba al vermú en la Edad Media?
-         No tengo ni idea.
-         Pues se llamaba vino hipocrático, por ser Hipócrates quien la invento, por el siglo V a.c., puso a macerar hojas de ajenjo y de dictamo en vino y salió el vermú, y en el siglo XIX, se efectúa de forma industrial. Ahora ya sabes lo que estas tomando.
-         ¿Cómo sabes todo eso Ferry?
-         Curiosidades, a veces en el avión leo cosas de esas que me distraen y como tengo buena memoria se me quedan, me sirven para relajarme. Hay quien ve una telenovela, yo leo esas cosas.
Berberechos

-         ¿No coges berberechos Ferry?
-         No Ángela.
-         ¿No te gustan?
-         No exactamente Ángela, me traen malos recuerdos, una vez conocí unos niños que merendaban berberechos, aunque parezca increíble es cierto, todos los días del verano en la playa, vaya burrada.
-         Cambiemos de tema Ferry. El vermú tiene secreto ¿No?
-         Te explicare lo último, venga voy a impresionarte El vermú rojo, está compuesto por más de 40 extractos de hierbas, raíces, flores, especias y frutas. Se dice que su formula exacta solamente la conocen cuatro personas y que se guarda en una caja fuerte en Ginebra. Todas estas esencias se mezclan con el alcohol en una especie de cuba, un recipiente que da dos vueltas al día durante dos semanas. Tras este proceso se añade el vino y el azúcar y se deja reposar. 
-         ¿Ferry?

Venia el ataque frontal, se notaba en el tono, no se sí me escuchaba, parecía que estaba abducida por mí, esa mirada felina era la misma de la noche anterior, pasó, puso su mano encima de la mía que estaba en la mesa, y esta vez no era un accidente. La mire fijamente, muy fijamente, era difícil contrarrestar su mirada.

-         No puede ser Ángela, supongo que lo entiendes.
-         Me cuesta, pero lo entiendo Ferry. Tenia que intentarlo, espero no haberte molestado.

No dejaba mi mano, la iba apretando más conforme hablaba.

-         No Ángela, pero le debo un respeto a todo el mundo, sobre todo a las personas que me han ayudado en momentos difíciles de mi vida, y tu eres una de ellas, no quiero ofender a nadie.
-         No me ofendes, ya me lo dijo Pilar, que seria imposible, por lo menos ahora, siendo tan reciente. ¿Qué piensas hacer Ferry?
-         No lo sé, pero discúlpame, eso es cosa mía, solo mía y no acostumbro a comentarlo con nadie.
-         Perdona Ferry, si te he ofendido.
-         No te preocupes Ángela, gracias, y discúlpame. En otras condiciones si que lo intentaría, pero entiende que no puedo y en la situación actual, además no quiero. Ya es tarde Ángela, nos tendríamos que ir, que no se enfade Pilar.
-         ¿Quieres comer conmigo Ferry?
-         No Ángela, otro día, necesito pensar ahora, vamos para casa.

Se cogió de mi brazo, apoyándose en él. Que mal me encontraba, mal de verdad. Llegamos a la puerta de la casa de Jaume. Ángela se paro e hizo el mismo gesto de la noche anterior, la misma mirada, pero yo estaba muy débil, si Ángela intentaba algo estaba en un verdadero riesgo. No lo hizo solo me dijo una cosa, pero sus manos seguían en mi cabeza, como si quisiera forzar a que la mirase.

-         Acuérdate de lo que te digo, tomate tu tiempo, si decides algo sobre mi dímelo.

La mire fijamente, sus ojos estaba clavados en mi, sus labios se estaban abriendo muy lentamente, de repente me dejo la cabeza.

-         Adiós Ferry, mientras se dio media vuelta y se fue contorneando.

Yo estaba sudando, otra encerrona y moriría en el intento. Entre en casa, Jaume me saludo.

-         Todo bien Ferry.
-         Si Jaume.
-         Se te ve desencajado, ¿Te encuentras bien?
-         No la verdad es que no, mejor me estiro un poco.
-         Come un poco antes Ferry.
-         No gracias Jaume, hemos picado algo y no tengo hambre. Hasta luego, discúlpame ante Pilar, por favor.

Me fui a mi habitación y me estire en la cama, fumando un cigarrillo y pensando en Lydia, me dormí, estaba agotado.
Me desperté, tome una ducha y pensé en llamar a Lydia, tenia que contestar esa carta. Me arregle y salí al salón, estaba Jaume.

-         Voy al pueblo un momento Jaume ¿Queréis algo?
-         No gracias Ferry. ¿Vas a llamar a Lydia?
-         Si Jaume, tengo que hacerlo, por lo menos hablar, esa carta no se puede quedar así, tu no la has leído, pero esa carta merece una llamada.
-         Te vas a hacer daño Ferry, déjalo, no sé como decírtelo, si sigues así te medicare.
-         Bueno hasta luego Jaume. Se había tensado la situación, seguro que me lo merecía.

Fui al pueblo, en casa de Jaume no había cobertura para móviles. Me senté en la terraza de un bar y marqué su número de móvil.

lunes, 11 de julio de 2011

Un paseo por Barcelona.


Nos levantamos al día siguiente, un desayuno agradable con Jaume y Pilar, comentarios, sonrisas, amabilidad, no tenia nada que ver con los desayunos de Lydia “Hazte café si quieres”, mientras ella sentada en el sillón se empapaba del programa del Cunit de TV3 con su batido y galletas de dinosaurio o cualquier chorrada diferente.
Se estaba bien, ambiente relajado, me encontraba a gusto como en mi casa.
Sonó el toque clásico en la vidriera del patio, era Ángela, Pilar la abrió y la invito a pasar ofreciéndole café.

-         Si gracias Pilar, no se si he llegado demasiado pronto.
-         No ya estábamos acabando y ahora nos vamos, dijo Jaume. Por cierto Ferry he invitado a Ángela que nos acompañe hoy ¿No te importa supongo?
-         Yo no mando Jaume, tú eres el organizador. Añadir una sonrisa tan preciosa como la de Ángela siempre es un placer.

Ángela se ruborizo automáticamente, la verdad es que lo mío fue únicamente un cumplido, jamás se me ocurriría, siempre he dicho que los amigos de mis amigos no tienen sexo, jamás le podría proponer nada a esa mujer, y tampoco tenia el espíritu para nada, estaba más bien para que la gente me recogiese con pala que para otra cosa. Era el momento de dejarte llevar.

Subimos todos al coche de Jaume, ellos dos delante, Ángela y yo detrás.

-         ¿Te molesta si fumo Ángela?
-         No en absoluto, hasta fumare yo si me invitas.
-   Bueno ya tenéis algo en común, dijo Jaume, fumáis los dos. Aparcaremos por los Juzgados, por el barrio Ferry, después nos vamos a la Rambla paseando ¿Te parece?
-         Perfecto, vamos a ver el barrio.

Ángela y yo iniciamos una conversación, simple, basada en las visitas de las mañanas, las visitas del café, como las llamaba yo. Ángela tampoco me desvelaba el secreto del café, la verdad es que a día de hoy todavía no lo sé. Finalmente llegamos al barrio, aparcamos cerca de los Juzgados, cerca del Arco del Triunfo. Jaume y yo conocíamos a la perfección la historia de la Barcelona antigua, era nuestro barrio.

Bajamos paseando por el paseo, íbamos alineados pero en un momento Jaume y Pilar, cogidos del brazo se pusieron delante nuestro.
Arco del Triunfo

-         Mira Ángela es el arco del Triunfo ¿Sabes la historia?
-         No Ferry, debe ser algo militar supongo.
-         No, no tiene nada que ver. Fue construido en 1888, cuando se hizo la Exposición Universal de Barcelona. Fíjate la estructura es de ladrillo visto, tiene una inspiración mudéjar. Como te decía este no es de carácter militar, es de carácter civil con alegorías a los valores, el artístico, científico y el económico. Ves fíjate en los relieves.
          
Nos paramos para observarlo, inclinando la cabeza para poder mirar hacia arriba, de tal forma que Ángela se golpeo suavemente con mi hombro al querer seguir la trayectoria que señalaba mi dedo.


MÚSICA DE FONDOBACKGROUND MUSIC
-         Perdón Ferry, no me he dado cuenta, estaba tan absorta en lo que explicas que casi me cuelgo de tu hombro.
-         No te preocupes Ángela. Por cierto el arquitecto fue un tal Vilaseca i Casanovas. Bueno ahora ya sabes la historia del Arco del Triunfo.

Irradiaba lozanía aquella mujer, una sonrisa clara, sin compromiso, deliciosa mujer la amiga de Jaume.

-         Vamos Ángela que nos hemos entretenido y nos han cogido una buena ventaja.
-         Si apretemos el paso Ferry.

Alcanzamos a Jaume y Pilar.

-         Que Ferry, ¿Haciendo de guía turístico?
-         Sí, es agradable. Sabes Jaume podríamos desde aquí, coger por el Borne, calle Montcada, calle Princesa, Plaza San Jaume y salimos a Ramblas.
-         Si, es un buen paseo Ferry.
-         Esta mañana he oído en las noticias catalanas, bueno en ese programa que llaman Agenda, que había castillos humanos en Plaza San Jaume, no sé que celebran pero me gustaría estar un rato, me traerán recuerdos de mi infancia.
-         No hay problema Ferry, se trata de divertirnos y sobre todo que tu estés bien.
-         ¿Qué tal Ángela, todo bien?
-         Sí Jaume, y vaya guía que me has traído, si todo lo que veamos es igual, me lo voy a pasar genial.

Hicimos ese trayecto, fuimos por el Paseo del Borne, grandes recuerdos, mi padre iba a los mayoristas de esa zona a comprar las anchoas saladas para hacer el vermú. El vermú de los domingos, para él era sagrado, si no se hacia vermú es que no era domingo, con que alegría lo hacia todo.
Fossar de les Moreres

Llegamos al final del paseo, allí estaba la Basílica de Santa Maria del Mar y el “Fossar de les Moreres”. Esa basílica con tanta historia y el Fossar centro de peregrinaje del patriota catalán, ya que albergaba los cadáveres de los que opusieron residencia a la invasión de Barcelona en 1.714 por las tropas de Felipe  V de Francia, justo ese día el 11 de Septiembre es el día de la Fiesta Nacional de Catalunya, La Díada, con la que se honra homenaje a estos caídos.

Bueno giramos por la calle Montcada llena de turistas ya que estaba el museo Picaso, y es visita obligatoria para cualquiera que le guste el arte, además la calle esta llena de Palacetes y viviendas señoriales de la antigua Corte Catalana, junto a algún otro museo. Le iba explicando todo a Ángela. Ella iba absorbiendo toda la información, y puntualizaba con alguna pregunta. Cuando íbamos por mitad de la calle, Ángela se cogió de mi brazo y se dio un apretón hacia él.

-         Perdona Ferry, pero me lo estoy pasando tan bien que tengo que sacar la alegría por algún sitio.
-         No te preocupes Ángela. No veo a Jaume, con tanta gente.
-         Mira Ferry, dijo Ángela, al lado de la pastelería.

Era normal que me esperase allí, era la Brunells donde íbamos juntos a comprar los postres de los domingos. Llegamos a su altura.

-         Os habíamos perdido de vista Jaume.
-         Si nos hemos dado cuenta Ferry, por eso os hemos esperado. ¿Te acuerdas de la pastelería?
-         Claro que me acuerdo, me buscabas tú o te buscaba yo, pero cada domingo veníamos a comprar aquí. Vamos para Plaza San Jaume, que aquí hay un río de gente increíble.

Subimos calle Princesa hasta la Plaça San Jaume, la Generalitat a un lado y en el otro el Ayuntamiento. Era un hervidero de personas, mirando y animando a los castellers, vamos las personas que hacían los castillos humanos. Esas torres humanas de varios pisos de altura, donde el esfuerzo individual y el sacrificio cuentan para obtener una figura de construcción, Los primeros que se hicieron fueron en el Campo de Tarragona hacia el siglo XVIII.
 EL CASTELLS HUMANS
-         ¿De donde viene esta costumbre Ferry?
-         No se sabe exactamente dicen que probablemente el origen de los castells, está en el antiguo «Baile de los Valencianos», uno de los que se realizaban en torno de las procesiones religiosas. Estos bailes finalizaban con una figura constituida por el levantamiento de una construcción humana, que con el tiempo fue alcanzando importancia por si sola, hasta independizarse del baile. La gente se agrupa en los que se llama “colla” y así van haciendo las diferentes exhibiciones. Ahora hay muchísima afición, tanta que se pueden construir cualquier castillo, cuando yo era pequeño los espectadores teníamos que ayudar, poniendo nuestra fuerza en lo que ellos llaman la piña “pinya” que era poner un brazo encima de otro diseñando un ariete, como en arquitectura, lo que hacia era descargar el peso del castillo hacia los lados. Mi padre me traía mucho a estos sitios, con estas cosas coges unos valores personales diferentes, son buenos valores.

No me di cuenta, pero Ángela, solo me estaba mirando a mí. Me gire y me quedé mirándola.

-         ¿Ocurre algo Ángela?
-         No, Ferry, no te preocupes, no ocurre nada.
-         Te estoy aburriendo.
-         Todo lo contrario Ferry, jamás había estado con alguien como tu, me quedo sorprendida por completo.

Su tono era muy meloso, dulce, era ese tono que se utiliza para decir algo importante.

-         Pues seguiremos un poco más Ángela, veamos los castellers tiene cuatros lemas básicos «Fuerza, Equilibrio, Valor y Cordura.
-         Fuerza: Son personas que antiguamente solían ser corpulentas. El origen de los castells se encuentra en una época en que el pueblo estaba acostumbrado a trabajos muy duros. En aquellos tiempos los castellers eran personas que realizaban grandes esfuerzos en su vida diaria. Aunque siempre es aconsejable un buen estado físico, actualmente se valora mucho más la técnica que la fuerza.
-         Equilibrio: El hecho de estar una persona sobre la otra y, en la mayoría de los castells, además con otras personas en el mismo piso, implica un sentido del equilibrio y la confianza en los demás muy fuerte.
-         Valor: Es una característica de todos los castellers, especialmente de los que suben al castell, sobre todo los niños, pero también de los que aguantan la construcción desde su pie.
-         Seny (Cordura): Tanto a la hora de planificar un castell, como a la hora de ensayarlo y mostrarlo en la plaza, se necesita que todos tengan cordura ya que del esfuerzo y concentración de todos depende el éxito del castell.

-         Estas son las básicas. Bueno ahora ya sabes lo elemental de los Castells, vemos el siguiente que es alucinante y nos vamos, habían anunciado un 4 de 9 con forro y anillo (4 de 9 amb folre), piensa que son reconocidos como  Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el 2006.

Hicieron el castillo anunciado, la “enxaneta”, el niño o la niña, pequeño que corona el castillo, lo hizo a la perfección y lo descargaron puntualmente, la gente arrancaba en aplausos, los castellers saltaban de jubilo, era una gran fiesta para todos.

-         Vamos Ferry para Ramblas, o quieres quedarte más.
-         No, gracias Jaume, ya tengo bastante que hace un calor increíble.
-         ¿Sabes de algún sitio para comer Ferry?.
-         Si hay uno aquí cerca que se come bien y barato, tendremos que hacer algo de cola pero vale la pena.

Ángela iba mirándolo todo, se cogió de mi brazo definitivamente, bajamos por la calle Ferran hasta llegar a las Ramblas, miramos las estatuas humanas que habían, algunas muy originales otras daban pena, pero bueno era una buena oferta para el turista.
Ramblas de las Flores

-         Ves con cuidado con el bolso Ángela, mejor te lo cruzas y llévalo siempre delante, esto es zona no demasiado segura.
-         Gracias Ferry, te haré caso.

Llegamos al restaurante y tuvimos que hacer cola, no mucha pero esperamos. Fumamos un cigarrillo Ángela y yo.

-         Es increíble lo que sabes de todo esto, me dijo Pilar.
-         No Pilar, sencillamente lo que aprendí de pequeño, nada más y a fuerza de hacerlo repetidamente, te vas quedando con los datos, además me gusta hacerlo, no es ningún esfuerzo para mí. Realmente lo que me ocurre es que estoy orgulloso de haber nacido en esta ciudad, he sido un afortunado, es una ciudad maravillosa, y ahora esta de modo, como el Barça de fútbol lo gana todo, esta ciudad se ha convertido en una referencia mundial. Es una satisfacción. Piensa además que cuando organizamos las Olimpiadas fuimos un ejemplo a seguir, aquí es donde empezó el movimiento del voluntariado. Piensa que cuando se hicieron las de Atlanta se copio el modelo, todo eso dice mucho de los catalanes y de este país.

Comimos mientras íbamos hablando tranquilamente del paseo y de cosas no demasiado importantes, pasar la comida con una conversación distraída y alguna que otra broma. Realmente Ángela tenia un nombre apropiado, era un verdadero ángel, agradable, simpática, educada y graciosa, no sabia si en los momentos duros conservaría esas características pero era una buena mujer.

-         ¿Tomamos café Ferry?
-         Sí, pero si os parece podemos ir a la Plaça Real y lo tomamos allí todavía es pronto, así podemos fumar Ángela y yo, que si no fumo el café no me sabe a nada.

Jaume pidió la cuenta, quise pagar yo, pero se negó en rotundo, el me había dicho de pasear por Barcelona, por lo tanto el correría con todos los gastos.
Plaça Reial

Fuimos a la Plaça Real y nos sentamos en una terraza, pedimos café y encendimos los consiguientes cigarrillos.

-         Bueno Ferry no me vas a explicar nada de esta Plaça.
-         Veo que te ha gustado. Mira Ángela, si observas la plaza parece que sea cuadrangular, pero realmente no lo es, es un trapecio, las pilastras están diseñadas para que tenga ese efecto. Las farolas del medio fueron diseñadas inicialmente por Gaudi, eso lo sabe poca gente. No tiene mucho más, fue construida a mitad del siglo XIX y se diseñaron una serie de callejones de acceso para dar entrada al casco antiguo. Bueno se hace venta de numismática los domingos por la mañana. Cuando yo era pequeño venia muchísima gente los domingos a tomar la cerveza del mediodía.
-         ¿Qué más queréis hacer?, pregunto Jaume.
-         Me gustaría ver el Parque Güell, que no lo he visto nunca, dijo Ángela.
-         Podemos ir, es pronto todavía son casi las cuatro, podemos ver el atardecer desde allí, dijo Jaume.

Cogimos transporte público para llegar hasta el coche.
Jaume conducía, subió por Paseo de Gracia, pasamos por delante de la Pedrera.
Casa Milá (La Pedrera)

-         ¿Qué es eso exactamente Ferry?
-         Le llaman la Casa de la Pedrera, pero realmente se llama la Casa Milá. Fue construida por Gaudi entre 1906 y 1910, y se llama Milá porque así se llamaba quien la encargo. El edificio, por lo innovador, es una típica obra gaudiniana en la que las líneas geométricas son sólo rectas formando planos curvos. Toda su fachada está realizada en piedra calcárea de Villafranca, salvo la parte superior que está cubierta de azulejos blancos, cuya combinación evoca una montaña nevada. En la azotea se encuentran grandes salidas de escalera rematadas con la cruz gaudiniana de cuatro brazos, y chimeneas recubiertas de fragmentos de cerámica, con la apariencia de cabezas de guerreros protegidas por yelmos. Tiene formas orgánicas,  evoca sin lugar a dudas la naturaleza, diversos estudiosos han percibido en la Pedrera formas que recuerdan los riscos de Fra Guerau en la sierra de Prades cerca de Reus, el torrente de Pareis al norte de Mallorca o Sant Miquel del Faien Bigues i Riells, todos ellos lugares visitados por Gaudí.
-         Bueno después nos pasas la factura Ferry, joder hasta yo me estoy quedando sorprendido.
Ángela apoyo su cabeza en mi hombro. ¿Que estaba haciendo mal?, no quería nada con Ángela, era preciosa, pero era imposible y me estaba dando unos signos que no me gustaban, podía perder un amigo por una mujer, tampoco iba a ser la primera vez que me pasaba esto, pero a Jaume y a Pilar, no podía perderlos, Ángela debía estar confundida, o yo había hecho algo mal.

-         No me explicas nada más Ferry, dijo Ángela.
-         No quiero aburrir, perdona le dije, mientras le apartaba la cabeza de mi hombro, es que voy mal sentado. Me acerque mas a la puerta para que hubiera una distancia prudente entre ella y yo.

Llegamos por fin al Parque Güell, nada mas salir del coche Ángela se volvió a coger de mi brazo, bueno yo no podía hacer nada, dejaríamos pasar el tiempo a ver que ocurría. Cogí un folleto que había a la entrada, y encontré la forma de librarme del brazo de Ángela.
-         Señores su guía oficial les estaba esperando, agitando el folleto en la mano con el brazo levantado. Síganme por favor que les iré mostrando el parque.

Todos reían, yo me encontraba bien es ese momento. Se pusieron a seguirme, yo con mi brazo levantado y agitando el folleto continuamente.

-         Si miran Vds. a su izquierda verán el Palacete de la familia Güell que es quien mando construir el parque. Hoy es la casa museo Gaudi, fue donde residió él durante la construcción del parque. Bien, no lo visitaremos porque este pobre guía ya tiene los pies destrozados.

Volvían todos a reír, la verdad es que era uno de esos momento que iba “suelto”. Ángela vino hacia mí riendo e intento cogerme del brazo.

-         Lo siento mucho señorita, pero esta prohibido, la empresa de guías no nos deja intimar con los clientes.

Ángela reía, pero no se cogió de brazo, por fin me había liberado.

-         Sigamos Señores y no me pierdan de vista….
Parque Güell

Fuimos andando por el parque y les iba explicando todo lo que encontrábamos por el camino. Yo lo conocía a la perfección, mi madre tenía una hermana que vivía en el Carmelo y era un sitio habitual de paseo cuando éramos pequeños. Llegamos a la explanada principal, justo a la hora adecuada, el sol estaba cayendo y la cromatología luminosa era perfecta, que maravilla de lugar. Al rato ya no me sentía los pies.

-         ¿Qué nos vamos? Pregunte.
-         Sí vamonos que nos hemos dado un buen paseo a lo tonto.
-         Bueno me he ganado la comida, se despide de Vds. el guía Ferry.
-         Bueno te has ganado la comida y algo más Ferry, dijo Ángela.
-         No hay para tanto Ángela, ha sido fácil, solo recuerdos.
-         No ha sido maravilloso Ferry, me ha encantado.

Se volvió a coger de mi brazo, ahora ya no podía librarme con la excusa del guía, bueno podía intentarlo.

-         Ángela no puede hacer Vd. eso, si me ve el jefe me despide.
-         Mira Ferry, yo puedo hacer esto y mucho más, incluso te puedo invitar a cenar esta noche.
-         Muchas gracias Ángela, pero esta noche aprovechare para dormir, que hace días que no duermo bien. Hoy me he cansado, la verdad es que estoy roto y aprovechare. Te lo agradezco, otro día quizá.

Me separe de ella y fui en busca de Pilar, tenia que liberarme de Ángela de alguna manera.

-         ¿Qué tal Pilar?, Te ha gustado.
-         Muchísimo Ferry, tenemos que repetirlo, has estado genial. Discúlpame, pero una mujer así es lo que te conviene, y no esa con la que estabas, céntrate, es buena mujer y de familia bien, vivirías tranquilo.
-         No Pilar, no puedo con nadie, tengo a Lydia en mi corazón y creo que la tendré por mucho tiempo.
-         Piénsatelo, ella ha estado hablando conmigo y le gustas un montón, el café de las mañanas te lo quería traer ella sola y su madre dijo que no.
-         No puedo Pilar, es imposible, y tampoco quiero hacer daño a nadie. Se le ve buena persona, pero si sumo todos los momentos que hemos hablado, quizá no llegue a una hora, si quitamos lo de hoy.

Ángela se acerco a nosotros con una sonrisa.

-         ¿Qué estáis cuchicheando?
-         Me preguntaba que quería cenar, solo eso, dije a Ángela.

No pude liberarme de ella, se cogió nuevamente del brazo, y ya no me soltó hasta legar a casa. Bajamos del coche.

-         Bueno Ángela, ha sido un día muy agradable.

Ángela me cogió de la cabeza, poniendo una mano en cada lado y forzando a que la mirase a los ojos, joder como miraba Ángela, nunca la había visto así, era un verdadero felino.

-         Estas seguro que no quieres que te invite a cenar. Se hizo un silencio.
-         Sí Ángela, estoy muy cansado, te lo agradezco.

Me dio un beso por mejilla, que le devolví.

-         Mañana no hay café, que es domingo, dijo Ángela con una sonrisa.
-         Es verdad, que descanses Ángela.
-         Igualmente Ferry.

Me quede parado mirando como se alejaba hacia la puerta de su casa, era preciosa esa criatura, y solo estar en la casa de Jaume me había salvado. Por lo menos entre todos habían conseguido que durante muchísimo tiempo, no pensara en Lydia. Ahora a dormir directamente, estaba destrozado.