martes, 3 de mayo de 2011

La Cabaña

Hicimos un pequeño equipaje para esos días, en una bolsa grande que llevábamos también.

-         Como llevo el saco Lydia.
-         ¿Qué quieres decir con el saco Ferry? Háblame en español que aquí tú te encuentras en tu salsa, pero yo acabo de llegar.
-         El traje, bueno que aquí le llaman así, disculpa. Es para el juicio, aquí todos van de mil y un botón ese día, si pueden claro.
-         Pues llévalo en la funda con la percha y cuando venga Juan Inés lo colgamos en el coche que no se arrugue más. Ya llevare yo la bolsa que no pesa.
-         Vamos que ya son casi las 15, Lydia, y Juan debe de estar por ahí esperando, me sabe mal.
-         Vamonos Ferry ya esta todo.

Salimos de la habitación y decidimos ir andando a recepción, ya que el trenecito no pasaba.
Recepción Hotel

-         Tenía que haberlo llamado Lydia.
-      No he pensado Ferry, la verdad es que si, porque cargados cansa.
-   Por cierto Lydia, ¿Has bajado las bragas?
-         No Ferry, joder, no he caído.
-  Quédate aquí, con esto y voy un momento, no vaya a ser que entre la asistenta a arreglar la habitación y se asuste. Reímos los dos.
-    Llamaré al trenecito, con los teléfonos que hay por el camino, así te recogen y después me recogéis a mí.
-         Ok Lydia.

Así pasó, me vino a recoger y luego la recogimos a ella. Juan nos estaba esperando en la recepción con Maria y el niño.

-       Bueno días Juan y compañía, mientras nos saludamos todos de forma adecuada. ¿Hace rato que estáis esperando?
-         No acabamos de llegar Don.
-         ¿Dónde habéis dormido Juan?
-         Aquí en el coche cerca de la playa.
-         No me digas Juan, ¿con el muchacho?
-         Si Don, sino no podíamos venir a buscarles.
-         Pero si te di 1000 pesos ayer.
-         Es que tengo muchos gastos Don.
-         Bueno, dejémoslo y vamonos para allí. ¿Cuál es tu plan Juan?
-   Lo que dijo Vd. ayer Don, buscaremos unas cabañas y mañana vengo a buscarles. Aunque hay otra posibilidad, buscamos las cabañas, se las negocio, me acompañan Vds. a casa y se quedan el coche, que Vd. maneja bien por aquí y lo conoce todo.
-         Lydia ¿Qué opinas tú?
-         Yo prefiero que te quedes el coche, así nos podemos mover un poco.
-         Pues haremos eso Juan, nos quedaremos el coche.

Subimos al coche, colgamos el traje y nos dirigimos hacia Navarrete. Yo le iba explicando a Lydia curiosidades de los lugares.

-         Mira Lydia esta es la carretera que te lleva a La Isabela, que se llama así porque es el primer sitio donde piso Colón, y le puso el nombre en honor de la reina de España. Hay una población cerca de la frontera con Haití, que se llama Dajabon, que no se que día lo haitianos montan un mercadillo enorme a unos precios increíbles te volverías loca tu allí............

Lydia iba observándolo todo, el paisaje maravilloso, la generosidad con que Dios había tratado aquel sitio dotándolo de todo tipo de vegetación, donde los colores explotaban en todas las escalas posibles, todo era fantástico menos la carretera tenias que ir con cuatro ojos para no coger algún bache, y Juan había traído un coche que no era apropiado para esas carreteras.

-         ¿Dónde están las cabañas Juan?
-         Cerca de Navarrete, son amigos de mi tío, ya vera Vd. que son de lujo y buen precio, se las negocio para dos días.
-         Si para dos días, quizá tres, no lo se, depende como vaya la vista.
-         Bueno Juan, ¿habéis comido?
-     Pues no Don. Pues vamos a comer algo que ya toca. Paramos en un parador de la carretera que servían comidas.
-         ¿No comeremos aquí Ferry?, me pregunto Lydia bajando del coche.
-         No si te parece Lydia te voy a llevar al Bulli del Ferran Adria, venga sin manías y mientras antes te acostumbres antes dejaras de sufrir.

Juan y María,  pidieron un arroz y pescado. Yo me pedí una bandera, un poco de moro de guandules con coco y unos tostones.

-         ¿Que comes tu Lydia?
-         Pues no tengo ni idea.
-         ¿Qué es lo de la bandera?
-     La bandera dominicana simplemente se compone de arroz blanco, habichuelas, de color rojizo y carne, todo mezclado en un mismo plato.
-         ¿Y lo del moro?
-         El moro lleva el inconfundible sabor de la leche de coco y guandules, una legumbres similares al guisante
-         Pues picare un poco de lo tuyo, si no te importa Ferry.
-         Podrías comerte unos bollitos de yuca. Son bolitas hechas de yuca y fritas en la sartén. Normalmente se rellenan de queso cheddar aunque en algunos lugares las rellenan de cangrejo.
-         Vale, pero que mal lo voy a pasar, me parece.

Juan le pidió la cola del pescado a Maria, porque según Juan era lo mas sabroso del mismo, la mordisqueo y se la comió. Me quede sorprendido, nunca lo había visto. Juan y Maria asentían diciendo que era un manjar.
Cabañas cerca de Navarrete

Finalmente llegamos a las cabañas, a cinco kilómetros de Navarrete, estábamos cerca de Valverde Mao. Juan bajo del coche y estuvo negociando con el dueño. Al final vino para el coche.

-         Don ya esta todo arreglado, le deja los dos días por 800 pesos, todo el día, Es un precio especial porque mi tío y él son amigos. Le darán una de las mejores que está reformada hace un mes.
-         Vamos a verla tú y yo un momento.

Juan me presento al dueño y fuimos a ver la cabaña. Maravillosa habitación.

-         Bien Juan nos quedamos, ahora se lo digo al dueño. Ven Lydia que te enseño una cosa.

Lydia bajo del coche y fuimos hacia la cabaña, entramos y Lydia se quedo atónita.
Interior de la Cabaña

-     Pero si esto no es una habitación, esto tiene 60 metros cuadrados por lo menos.
-      Si Lydia es una de las más grandes que he visto, mira pasa, la cama es big size, tiene yakusi, television satelite y fijate en todos los espejos que hay, a un lado, al otro, en el techo, un sofá y una mesa. Espera, y en aquel rincón tiene un potro sexual, lo ves.
-         Joder es una pasada Ferry.
-     Bueno que haces, ¿te quedas aquí y descansas o te vienes conmigo a acompañar a Juan y volvemos?
-         No yo aquí sola no me quedo, me vengo contigo.

Hable con el dueño, le comente que volveríamos por la tarde y si servían desayunos. En nuestro caso y de forma especial, el desayuno estaba incluido. Le abone la mitad y nos fuimos, dejándole claro que quizá nos quedaríamos tres días.

Conduje yo a partir de aquel momento, para acostumbrarme al coche. Llegamos a la casa de Juan y los dejamos allí. No aceptamos la invitación que nos hizo Maria de subir a su casa nueva, que les había dado el ayuntamiento, pequeños bloques blancos de 3 alturas, con la excusa que estábamos cansados. Lydia se agobiaba, el coche estaba rodeado de los niños de los vecinos, mirando hacia el interior del coche para vernos.

-         Venga muchachos, dejar a mis invitados tranquilos, dijo Juan.
-         No te preocupes Juan es normal.

Nos fuimos al rato, recorrí el camino al revés.

-         ¿Quieres que tomemos algo Lydia?
-         Pues una cereza si que me apetece. ¿Esta buena aquí?
-      Si, no esta mal, no es de lo mejor pero esta buena. Sobre todo porque te la sirven muy fría. Pararemos en Esperanza a tomar una, se de un sitio, espero que no haya cambiado. No te metas con nadie, piensa que eres mujer en país extranjero. Ellos no te dirán nada, se nota que somos españoles.

Tomamos esa cerveza, y a Lydia le gusto. Le hice probar unos chicharrones al gusto de limón, que aquí no hay y también le gustaron. Compre para el camino unos snack de yuca frita. Nos fuimos hacia las cabañas, Lydia abrió la bolsa de snack.

-         Pero que bueno esta esto Ferry, no se como en España no hay.
-      Hay cosas singulares aquí, Lydia. Habrá cosas que te gustaran y otras que no. Pero sobre todo no comas con los ojos, porque entonces no comerás.
-         Por cierto Ferry, tú le das algo a Juan, le pagas sus servicios.
-         Digamos que no pero si.
-         Explícate Ferry.
-         Mira Lydia es un pacto no hablado, el me chilinea.
-         ¿Qué quiere decir que te chilinea?
-         Si mujer, por ejemplo el precio de las cabañas, seguro que saca 50 pesos día para él, lo entiendes. Después que si déjame minutos que no tengo saldo en el móvil, que si lo invitas a comer, que si te compra algo, etc., al final siempre cuando me voy a su mujer le doy 2000 ó 3000 pesos, piensa que ellas en la zona franca gana 1000 pesos al mes por 10 horas al día, y lo mío es de una semana diez días máximo. El sabe que yo sé que él chilinea y yo se que él lo sabe. Pero mientras me chilinea no me robara nunca, es la ventaja.
-         Joder que complicado Ferry.
-         Aquí tienes que hacer las cosas así, sino estas muerto.
-         Voy a parar un momento que quiero que pruebes una cosa.

Me baje del coche y volví enseguida, con dos botellas envueltas en papel, abiertas y con una servilleta en el cuello, como las sirven allí.

-         Toma prueba Lydia.
-         ¿Qué es Ferry?
-         Joder que pruebes, mira que sois difíciles las mujeres. Sorbía un poco, me miro como sorprendida y dio un buen trago.
-         Esta buenísimo Ferry, ¿Que es?
-   Smirnoff con limón, esta buenísimo de verdad. En España tiene otro gusto, muy diferente, es como la Coca Cola, aquí es muy dulce.
-         Si que lo he notado.

Llegamos a la cabaña por fin, aparcamos en la cochera, bajamos la persiana y entramos en la habitación.

3 comentarios:

  1. Impresionante blog, lo estoy siguiendo y esta lleno de emociones. Si es una historia real, es una gran vivencia, sigue hasta el final Ferry

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  2. Ferry, esa experiencia deberías haberla tenido contigo, tu ya sabes quien soy, te quiero, llámame

    Olga

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  3. Bien, me gusta mucho, quiero saber el final.

    Maribel

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Gracias por el comentario, me ayudara sin duda