domingo, 22 de mayo de 2011

Mejor imposible


Me desperté, sorpresa Lidia no estaba en la cama, hacia días que no me despertaba solo en la cama. Me levante y salí al salón desperezándome, estirando los brazos.

-         Vaya la Doña ya se ha levantado.
-         Si Amorcito tenía hambre.
-         Como te fuiste a dormir en ayunas como las niñas malas. Lydia reía.
-         No te guasees de mí Ferry.
-         No, no me guaseo, es una realidad, lo que digo. Veo que ya has desayunado.
-         Si Ferry, es que no aguantaba, pero siéntate que te preparo el desayuno.
-         No déjalo ya me lo pongo yo Lydia.
-         ¿Estas enfadado Ferry?
-         No, digamos que no estoy motivado, no entiendo estos cambios de humor, me desconciertan y me condicionan en el trato. Ahora mismo no sé si te tengo que tratarte normal, si me tengo que someter o me tengo que imponer. Cada posicionamiento es una estrategia diferente, y pienso que entre tú y yo no deberíamos utilizar estrategias. Mira no lo sé, me voy a coger el desayuno y relajarme un poco, que ya he hablado demasiado.



                      MÚSICA DE FONDO – BACKGROUND MUSIC                                                                      
Fui a la nevera, tome un buen trago de agua fría, y me calenté un café solubre, un par de galletas fue mi desayuno real, eso si en la terraza como el día anterior, con el sol bañando todo mi cuerpo. Lydia se acerco a mí viniendo del salón.

-    Ferry no llevas nada.
-   Bueno, al final llevo lo mismo que ayer, si ayer no fue un crimen, entiendo que hoy tampoco.
-    Joder como estas, ¿No?
-  No Lydia, tienes que entenderme, yo me guió por la lógica y en lo de ayer no encuentro ninguna. Como ya te he dicho antes, me confundes
-    Disculpa Ferry.
-   No es eso Lydia, mejor lo dejamos de verdad, en una hora se me habrá pasado. Me conozco, y sé que cuando algo me molesta y al mismo tiempo es relativo a una persona que me importa, puede llegar a bloquearme. Ahora en una horita, como ya lo he dicho casi todo, me bajara y lo almacenare en un cajoncito remoto de mi celebro no activo. Mi suerte es que no soy orgulloso, ya tuve una persona orgullosa en mi familia y se quedó sola, es triste pero es verdad.

Lydia se acerco más a mí tirando de mi silla y girándola un poco, se sentó de lado encima de mí.

-    Venga Ferry tengamos un buen día.
-    Lo tendremos Lydia, pero ahora necesito media hora para relajarme.
-   Venga yo te relajo, acariciándome los laterales de la cara y besándome los labios. Venga Amorcito.
-   Estate tranquila, cogiéndola con mis brazos por su espalda. Lydia acerco sus pechos a mi boca, ella sabia que me gustaba mordisquearlos, no caí en la tentación.
-   Si que estas mal Ferry, no les has hecho ni caso.
-   Si Lydia, déjame quince minutos, un par de cigarrillos y ya está.
-   Bueno te dejo Ferry, ya me dirás.
-   Si no te preocupes, mira un poco la televisión ahora voy yo.

Lydia se apoyo en la mesa de la terraza para levantarse.

-   Joder Ferry estarás enfadado, pero estas vivo, si me descuido me atraviesas.

Me hizo reír su espontaneidad, la cogí del antebrazo y la tire hacia mí.

-   Ven siéntate otra vez.
-   Si como no, quien se pierde esto Ferry.

Lydia se sentó, pero de forma picara, aunque se sentó de lado, sus piernas estaban entreabiertas.

-   Mejor ahora Ferry, si la verdad es que sí.

Lydia miraba hacia abajo, bajo su mano taponándose con lo que encontró.

-   No Lydia no estoy de humor para eso, de verdad.

No insistió, pero no se movió la mantuvo dentro suyo sin moverse y abrazándose a mi cuello, besándome los lóbulos de las orejas y mordisqueándome el cuello, yo estaba pasivo aunque la sentía.

-   ¿Mejor Ferry? Me dijo al rato.
-   Si algo mejor Lydia, déjame fumar un cigarrillo.
-   ¿Quieres que me levante?
-   No Lydia quédate así mejor, se esta bien, aunque pesas un poquito, eres tan larga, que aunque estas delgada pesas.
-  Pues me levanto. La cogí de los hombros para impedírselo, ella se dejo caer y entre hasta el final. ¡Uh! Oí.
-   Perdona no era mi intención Lydia.
-  Estas perdonado Ferry, pero no me digas que me levante ahora, déjame que me abrace.

Lydia estuvo así como diez minutos, con ligeros movimientos de cadera, muy lentos, ella sabía que esa lentitud me ponía muy nervioso.

-  Lydia vamos a dejarlo que esta viniendo gente a la playa y hay niños, y mira como vamos.
-   Te vas a cortar ahora Ferry.
-   No es eso Lydia, no quiero hacer numeritos.
-   Ven Ferry voy a pedirte perdón como a ti te gusta,

Me cogió de la mano y me estiro para el salón, dándome un leve empujón para que cayese en el sofá. Puso un cojín en el suelo y se puso de rodillas en él.

-   Ya ahora tu decides, cierra los ojos o los tienes abiertos.

Cogí su cabeza sin fuerza, mientras ella se dirigía al objetivo. Fue maravilloso como siempre, la avise con nuestra señal, apretándola suavemente cuando se aproximaba el final.

-  Casi me ahogas Ferry, que exageración, mientras repasaba sus labios con la lengua. Ahora lo que más le gusta a mi niño, limpito que se va a quedar. Duérmete un poquito mientras acabo, relájate del todo.

Lydia rompía mis voluntades por completo, cada vez era como la primera vez, sentía sus caricias de una forma extraordinaria, me excitaba por completo sentir la humedad de su lengua por algunas partes de mi cuerpo.

Si me dormí diez minutos no más, se me había cambiado el humor, Lydia seguía allí, de rodillas, con su cabeza en mi vientre y sus manos en mi cuerpo acariciando diferentes partes, me sentía como un Dios sin Universo, me sentía grande de verdad.

Era cierto lo que Lydia decía, yo estaba más genial si hacia el amor por la mañana, me enfrentaba al día con más ánimo, era curioso nunca me había fijado, incluso cuando tenia reuniones duras por la mañana Lydia no me dejaba irme de casa sin vaciar mi mal humor como decía ella. Esos días Lydia desayunaba antes que nadie, incluso había días que desayunaba dos veces.

-   ¿Qué amorcito vamos a la playa un rato?
-   Si, y tanto para eso estamos aquí, vamos, me pongo el bañador y bajamos.

Nos vestimos tímidamente, una camiseta el bañador y en diez minutos estábamos en la playa, en las hamacas que Juan nos había puesto en la arena.

-   Esto es gloria, Lydia.
-   La verdad es que si. Estaba pensando que le podrías pedir a Juan que nos traiga algo más que el otro día y comemos aquí mismo.
-   No es mala idea.

Llame a Juan y le hice el encargo. Juan era bueno para los recados nos trajo un buen surtido de tapas con su cervecita de rigor. La verdad es que la mesa se hacia pequeña.

-   Que placer comer así Lydia.
-   Podríamos darnos un baño antes de comer Ferry.
-   Si Lydia, el que llegue el último paga las tapitas.

Los dos fuimos corriendo, Lydia perdió. Jugamos en el agua un rato, Lydia estaba muy mimosa. Estuvimos un buen rato, el agua estaba esplendida, transparente un juego de azules increíbles.

-   Vamos a comer Lydia, que tengo hambre.
-   Venga vamos a engullir esos pequeños manjares que Juan nos ha traído.

Nos secamos un poco y nos sentamos en las hamacas para comer. La verdad es que estaba exquisito, había cosas que no sabía exactamente que eran, pero todo estaba riquísimo.

-   Ahora una buena siesta y nuevo Lydia.
-   Claro como tu te desmayas, solucionado. Nos reíamos. Le di un beso.
-   ¿Tu vas a dormir Lydia?
-   Lo intentare, no aseguro nada.
-   Si quieres subimos arriba Lydia.
-   No mejor aquí en las hamacas, que yo sé que te gusta que el sol té de.
-   Nos estiramos cada uno en su hamaca, Lydia me cogió la mano, perdí su tacto casi al momento.

Me desperté todo sudado, Lydia estaba dormida lo había conseguido. Decidí darme un chapuzón para refrescarme, estuve nadando un rato, hacia un lado, hacia el otro, parándome y admirando el paisaje. Había muy poca gente en la playa, apenas tres grupos de personas. A la derecha, a cincuenta metros unas diez personas lugareñas, casi todos vestidos habían hecho un corro, la mitad dentro del agua la mitad fuera, que danzaban mientras lanzaban odas a Dios cantando el padrenuestro. En frente a unos veinte metros, dos muchachas y un muchacho, de unos doce o trece años en traje de baño. A la izquierda, a unos veinte metros, un grupo familiar con algún niño pequeño con flotadores y un patito amarillo que la niña bebe llevaba en la mano.

Vi como Lydia se despertó, me buscaba con la vista. Hice un silbido y levante la mano para que me localizase. Me saludo. Le hice un gesto con la mano para que viniese, la verdad es que el agua esta fabulosa, de los mejores baños de mi vida. Lydia se fue acercando al agua y entro sin tiritar, por fin mi Niña se bañaba a gusto. Llego hasta mi, medio andando, medio nadando.

-   Que buena esta el agua Ferry.
-   Esta maravillosa Lydia.
-   ¿Has descansado Ferry?
-   Estoy nuevo, me he regenerado.

Lydia se acerco a mi, yo la abrace y la bese con ganas. Ella se cogió a mí con sus piernas y me rodeo, agarrándose con las manos de mí cuello. Acerque mis labios a su oreja.

-    ¿Quieres que lo intentemos?
-     Sí Ferry, pero hay gente.
-   No tonta, aquellos con el padrenuestro, los niños de enfrente y estos son los más cercanos, pero no hay problema. Venga.

Lydia lo hizo, puso su mano por debajo del agua y lo soluciono todo, con que suavidad estuve en ella. Podíamos aprovechar el pequeño movimiento de las olas, Lydia se apoyaba en mi hombro, para reposar la cabeza, vi como cerraba los ojos y la oía un susurro de gemido.

Lydia no lo veía, pero a la niña se le había escapado el patito amarillo y venia hacia nosotros, nadie del grupo se daba cuenta. Tampoco levantábamos sospechas, éramos una pareja abrazada dentro del agua, y el agua transparente tampoco dejaba ver nada, nuestra posición, desde fuera parecía de roce, lo único que nos podía delatar eran los movimientos, y estábamos a un ritmo pausado, gozándolo.

El patito llego hasta nosotros, Lydia estaba en la misma posición, con el mismo sonido.

-         No te asustes Amor, tenemos un intruso.

Lydia salio de mí asustada.

-         ¿Qué pasa Ferry?
-         Nada tontita, el patito este, espera. Oiga ¿El patito es suyo? Me miró el que parecía el cabeza de la familia.
-         Ahí sí Don, voy a por él.
-         No se preocupe se lo tiro.

Lo tiré y se quedó a medio camino, era plástico y no cogía fuerza. El hombre me lo agradeció con la mano. Lydia observaba la situación sin soltarse de mi cuello pero pisando la arena del fondo. El hombre regreso al grupo y estábamos en la situación inicial.

-         ¿Qué susto me has dado Ferry?
-         Tenia que decírtelo. Lydia miraba a través del agua.
-         Esto no se puede dejar perder Ferry. Se volvió a colgar de mí, pero esta vez no hizo falta que buscase nada, ya sabia el camino. Apoyo su cabeza en mi hombro nuevamente. ¡Oh!
-          No chilles Lydia.
-         Es que no me puedo contener, ya llevo dos y voy por el ….

Le acaricie la cabeza por detrás, masajeado su pelo suavemente, ayudando a que se apoyase más en mí.

-         Lydia no chilles, por favor.
-         Ferry acaba ya, que locura Amor.

Casi no se entendía lo que pronunciaba Lydia. Me salí de ella, como siempre con la diferencia que esta vez no tenia que ir a ducharse. Lydia seguía cogida a mí, me besaba y bajando su mano por debajo del agua, limpiándome, viendo como subían cosas extrañas a flotar.

-         Mira Lydia, siguen a su dueña.
-         Que cachondo eres. Por lo que noto, podríamos seguir un poquito Ferry.
-         Si quieres seguir vamos arriba, yo me he quedado bien.
-         Si Ferry, pero lo que tengo en la mano no se afloja.
-         Tranquila, que el que come y guarda, dos veces come. El agua hará su trabajo, yo no puedo salir así del agua.
-         Baya directa.
-         No mujer te daré un premio, pero después de cenar. Ahora si quieres nos bañamos un poco más y subimos que quiero llamar a Jacinto.
-         Sí es verdad, antes de que se haga más tarde.

4 comentarios:

  1. Impresionante, hay realidades que superan algunas historias, besos a los dos Ferry & Lydia

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  2. Todavia existe el amor, bonito de verdad

    Ferry eres un campeon, te mereces a Lydia y mucho mas.

    Angela, besos

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  3. I liked a lot, I have a desire to meet you Ferry, kisses

    Pamela

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  4. Encantador, aunque me sabe mal que el capitulo de "Noche dominicana", no este entre favoritos, besos Ferry

    Angels

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Gracias por el comentario, me ayudara sin duda