martes, 10 de mayo de 2011

El Resort

Fuimos avanzando hacia Puerto Plata, dejábamos atrás Villanueva, Altamira, La Muñeca, La Colorada, Cofresí y por fin Puerto Plata.


Tardamos lo establecido, la carretera estaba en obras, en muchos de sus tramos fue un viaje agotador, incluso sin asfaltar, y eso que me gusta conducir, pero estaba cansado. El susto nos había quitado el hambre.
  Llegamos a recepción pedimos la llave, nos miraron y nos la dieron. Cogimos el trenecito que nos llevo hasta el bungalow.
-         Que Ferry, ¿Nos conocerán en el hotel? Riendo.
-         Supongo que sí Lydia, a una guapita como tú no se la olvida.
-         Ahí mi Amorcito cuanto me quiere.
-         Si Lydia, hasta tengo miedo de hacerme daño.




-      -   Dulce hogar Lydia, salvados, estirándome directamente en la cama.
-       -  Si que es verdad ¿Que estas cansado Ferry?.
-       -  Si Lydia, aunque le eche pecho al tema, yo también me he asustado un poco, no lo he pasado nada bien, no ya por mi, sino por vosotros, una cosa es que me la pegue yo, otra cosas es que otros cojan daño por mi culpa, aunque nunca me hubiera encontrado culpable de la situación.
-        - ¿Qué quieres hacer ahora Ferry?
-         No se, me apetece descansar, pero estoy sudoroso al mismo tiempo. Mira, si te parece, vamos un rato a la piscina, nos damos un baño, nos tumbamos en las hamacas una hora, y así me doy la siesta.
-         No esta mal el plan Ferry, pero yo tengo hambre.
-         No hay problema, hay un chiringuito en la piscina que esta abierto, podemos coger algo allí o mirar en el comedor, pero lo que no me apetece es sentarme a comer, me dormiría.
-         Hecho Ferry, me pongo el bikini y nos podemos ir.
-         No te olvides de las cremitas que aunque sea tarde, tú con esa piel, te quedaras como un pollo frito, que aquí el sol lo tiran a calderadas.
-         Si es verdad, que estos días, solo de pasear, me ha pegado fuerte de verdad.

Hicimos lo establecido, cogimos unos trozos de pizza y los llevamos a la piscina, después de comerlas nos dimos unos chapuzones increíbles, el agua estaba caliente del sol de todo el día, no había mucha gente, era estraño, seguro que había alguna actividad, pero claro nosotros estábamos desinformados, tanto tiempo fuera no sabíamos las costumbres. Bueno tampoco nos importaba mucho. Lydia empezó a jugar conmigo, que si te cojo, que si te tiro agua, que no me pillas. Al final la cogí y la abrace.

-         Se está a gusto, no Ferry. El agua estaba a una temperatura muy buena.
-        Si parece que estemos casi en la ducha Lydia. Lydia se fue acaramelando, cogiéndome con sus piernas por la cintura y abrazándome. Mira Lydia que te veo venir.
-         ¿Ferry?
-         ¿Qué Lydia? Mientras ella me besaba por el cuello.
-         Me dijiste que cuando el agua no estuviera fría y no hubiese mucha gente….Lydia seguía besándome, mordiéndome.
-         Estoy roto Lydia, ten piedad de este humano.
-         Si piedad he tenido durante muchos días Ferry.

Nos fuimos acaramelando los dos, hasta que ocurrió, fuimos hacia el borde de la piscina, apoye mi espalda en la pared, inclinándome hacia atrás, mientras Lydia seguía cogida a mi con sus piernas, sumergió su mano y empecé a sentirla. Lydia estaba cómoda, no tenía a nadie delante, yo miraba hacia la piscina y alguna persona había, pero estaba lejos, tenía que tener movimientos suaves, con lo que se convirtió en un agradable suplicio. Lydia tapaba su boca contra mi cuello para no chillar. Al final paso, con un golpe seco salí de ella y empezaron a rodearnos cosas que flotaban. Nos besamos efusivamente dentro del agua.

-         Lo has conseguido Lydia.
-         Si Ferry, tu también tenias ganas.
-         Si Lydia, ya sabes que me gusta hacerlo en sitios raros, pero si antes estaba roto, ahora no puedo salir ni de la piscina, nos reímos, me tendrás que sacar en brazos. Me deshice de ella y di unas brazadas antes de salir. Finalmente me tumbe en la hamaca y dormí mi siesta. Mi merecida siesta.
-         Don, Don, oí a alguien que me llamaba, era un camarero del bar que me anunciaba, que el sol se había puesto, le di las gracias y mire a mi lado, Lydia estaba dormida también. Me levante y me puse derrotillas al lado de su hamaca, mientras le acariciaba la nuca diciendo su nombre suavemente.
-         Lydia, Lydia. Abrió los ojos lentamente.
-         Joder se ha hecho de noche Ferry.
-         Si anda vamonos al bungalow a vestirnos no sea que cojas frío.
-         Si Amor vamos.

Nos duchamos y nos vestimos para la cena, después de la cena había anunciado un espectáculo, que por lo visto hacían cada noche en la gran explanada del bar principal.

-         Estaba buena la cena, he seleccionado bien, ya tenia ganas de comer cocina europea, aunque esta no me desagrada en absoluto.
-         Si Ferry, no hemos comido mal. Por cierto deberíamos escribir un email a mi madre.
-         Creo que en el acceso del hotel, hay esas tabernas y hay servicio de Internet, si quieres vamos ahora y preguntamos.
-         Pues si Ferry, no tenemos nada mejor que hacer, aunque me gustaría ver algo del espectáculo.
-         Acostumbran a estar bien, yo hace ya muchos años vi un par en un resort de Playa Bávaro, y la verdad es que eran espectaculares.
-         Vamos a preguntar Ferry.

Nos dirigimos hacia el lugar, dando un paseo tranquilamente, estaba en la entrada del resort. Preguntamos el precio, me quede asustado, nos pedían treinta dólares americanos por media hora, lo dejamos.

-         Sabes Lydia, mañana calculamos la hora que son ocho de diferencia te dejo mi móvil y haces una llamada, pero se breve, hola como están los niños y punto, no te enrolles, lo básico Lydia.
-         Si Ferry no te preocupes. Llamare a las nueve y media de aquí que serán las cinco  y media de la tarde de allí, y así les puedo decir hola a los niños.
-         No te enrolles Lydia, y se breve en tu llamada. Vamos a ver el espectáculo, tomamos algo y dormimos, que estoy cansado.
-         Si me apetece.

Fuimos andando hasta la explanada, había una gran área cubierta donde se hacían las actuaciones, con su escenario, sus focos, vamos una muy buenas instalaciones. Nos sirvieron unas bebidas y empezó la actuación. Impresionante actuación hoy el tema era Michael Jackson, impresionante actuación tanto del artista principal, como del ballet. Lo que iba a ser un momento se convirtió en una velada de dos horas, muy divertidas, con el desenfado de un lugar de vacaciones. El speaker era muy bueno, era su trabajo de todos los días.

-         Bueno Lydia se acabo, la función, ¿Nos vamos a dormir?
-         Si Ferry, pero mañana ¿Que haremos?
-         No se, podemos hacer varias cosas, quedarnos aquí, coger el coche y nos damos una vuelta hasta Sosúa o subimos al teleférico del mirador o cogemos esa excursión en catamarán al banco de estrellas, lo que te apetezca, pero no pienso hacer muchos kilómetros. Por la noche me gustaría llevarte a cenar el lambi, en el pueblo de pescadores de aquí al lado, pregunte antes a un camarero y me dijo que lo preparan muy bien. Podríamos ir también a ver la cascada del río Limón, esta en la península de Samana, pero hay que ir en avioneta, si vas en coche no llegas nunca. Cuando fui íbamos en una pequeñita, esas de tres plaza y en esta época aquí se forman de golpe y porrazo unos nubarrones enormes,  te ves tan pequeñito que lo pasas mal, no tengo ganas de mas sustos. Después de la avioneta, coges una jipeta, y luego te montan en mula, pareces a Juan Valdez buscando café, hasta que llegas a una planicie con chamizos, uno para los guiadores de las mulas otro para los turistas, eso si te venden la ultima Coca Cola del mundo allí arriba. Hay la creencia popular que si te bañas en el lago de la cascada, que tiene unos cincuenta metros de caída, rejuveneces quince años, yo me di tres chapuzones y sigo igual, quizá sea de efectos retardados, ya veremos. No te asustes si algún día me vuelvo un bebito. Nos reímos los dos a gusto. Luego te bajan y te dan de comer allí, fue donde probé por primera vez el café con chocolate, riquísimo.


-         Me apetece la excursión al banco de estrellas Amor, será más descansado para los dos, sobre todo para ti.
-         Pues mira, camino del bungalow, pasamos por la recepción y nos apuntamos, debería también mirar lo de los billetes de vuelta, para cambiarlos por si el Fiscal respira, pero eso lo tengo que hacer con la guía del tour operador, y viene a las ocho de la mañana, espero que la excursión salga más tarde.

Preguntamos en recepción y la excursión salía a las nueve, con lo que teníamos tiempo para todo, nos fuimos al bungalow.

-         Bueno hoy toca sobre ¿No Lydia?
-         Si Ferry estoy cansada, y tu también ¿No?
-         Estoy reventado, todavía llevo el estrés del susto encima, y mañana me quiero levantar pronto, para ver a esa mujer a las ocho, y a lo tonto ya es la una de la madrugada.

Nos metimos en la cama y se oyó la frase mágica, “donde esta mi bracito”, su bracito fue a buscarla como todas las noches. Lydia se durmió inmediatamente, y mi me costo un poco más, solo pensaba en ella, que dulzura había incorporado a mi vida, pero que cambios de humor sin saber porque tenia a veces, amaba tanto que odiaba amar así, ya que en caso de fracaso lo pasaría mal de verdad. Yo quería un proyecto con ellas, esperaba que fuese posible, no se, a cualquier hombre le daría miedo.


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Para que conozcais un poco Puert Plata este video







2 comentarios:

  1. Increible, nunca lei algo tan sensual, se lo recomendare a todos mis amigos.
    Un saludo para ti Ferry

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  2. Maravilloso Ferry, es tu estilo, deslumbras, todas las mujeres que te han conocido nunca te olvidan.

    Aida

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Gracias por el comentario, me ayudara sin duda