domingo, 5 de junio de 2011

Llegada de su hermano.


Finalmente Lydia bajo a la hora estipulada para devolverme las cosas, me miro a los ojos, yo también a ella, estuvimos algunos segundo manteniéndonos las mirada, hasta que la cogí de los brazos y la traje hasta mi, abrazándola, ella hizo lo mismo.

-         Tenemos que hablar Lydia.
-         Si Ferry, lo ocurrido no debería pasar más.
-       Tienes que poner algo de tu parte, no puedes ir por la vida tratando a las personas así.
-         Estoy muy nerviosa Ferry.
-         Pues tienes que relajarte, y apoyarte en las personas que te quieren y que tu confías. Pero a esas personas debes cuidarlas no maltratarlas.
-         ¿Qué vas a hacer ahora Ferry?
-         Pues me iré para el apartamento, no tenia pensado nada más, supongo que no puedes venir a comer por ahí.
-         Déjame media hora, hablo con mi madre y nos vamos.

Lydia subió a su casa, mientras yo me iba a tomar algo, mantener la espera. Me hizo una llamada perdida y la pase a recoger. Fuimos a comer y estuvimos hablando, llegamos a una especie de pacto, pero con Lydia los pactos siempre eran cortos. Esperaba que esta vez fuese definitiva.
También era consciente que cada vez que volvía perdía algo, siempre perdía algo, era el que daba el primer paso, pero yo tenia la ventaja que manifestaba mis sentimientos sin problemas, para mi mis sentimientos me honraban, no me perjudicaban.

MÚSICA DE FONDOBACKGROUND MUSIC
-         Sabes una cosa Ferry.
-         ¿No? Dime, ¿Es importante?
-      Sí mi hermano viene a ver a mi madre, y dice que subirá a casa. Estará dos o tres días.
-    Solo te puedo decir una cosa, que durante ese tiempo vengáis tú y los niños al apartamento, tengo dos habitaciones y el sofá, nos apañaremos de alguna manera, no te preocupes.
-         Te has fijado, que morro todavía se meterán a dormir en mi cama.
-         Déjalo Lydia no te hagas mala sangre, no vale la pena. ¿Has hablado con tu madre del tema?
-         No, me lo ha comunicado Ferry.
-   No entiendo en absoluto vuestro comportamiento, es como si jugaseis a joderos constantemente, no sé porque estáis conviviendo, os destruís, es como un deporte familiar. No lo entiendo Lydia.
-     Que desfachatez tiene, encima que me ha generado todo el problema, encima esto Ferry.
-       No quiero ser duro Lydia, pero deberías empezar a dejar ese tema, si que tiene culpa según tu, pero a ti nadie te ponía una pistola en la sien, admite tu parte de culpa y vivirás con menos odio, debes aceptar los errores que hayas cometido, igual que yo lo hago con los míos.
-         ¿Qué pasa? Me estas riñendo encima.
-         No Lydia intento que seas capaz de generarte paz mental, es fácil, el primer paso es reconocer el hecho, no siempre la culpa de los demás, todos aportamos algo a la montaña de arena. La verdad es que hay una situación familiar difícil, todos aportáis negatividad.
-         Si encima mi padre esta loco por verlos, la otra vez no quiso ni conocer a la nieta, y ahora se pirra. No entiendo ese cambio de actitud. La convivencia es imposible, estoy en la habitación con mis hijos, allí jugamos encima de la cama todos, es el único sitio que tenemos.

Hasta donde había llegado Lydia, que problemas tan graves tenia de carácter y de comunicación. Su madre una gran manipuladora, no lo digo yo, lo dijo un familiar suyo en una comida con Lydia, Lydia acepto la calificación sin protesta, un padre dependiente y Lydia obsesiva en el confrontación continuo, sin darse cuenta que su única salida era tener la estructura de sus padres para el desarrollo personal. Era como una guerra de ciegos, que no veían a quien le daban palos, pero había que darlos.

¿Hasta donde era capaz de llegar Lydia con su ira y su soberbia? Solo ella podía contestarlo, lo que si sabia yo es que para Lydia no es suficiente ofender, necesita herir, hurgar y nunca tiene suficiente, entra en una espiral sin fin de generar dolor constante, es completamente obsesiva machacona. Evidentemente el que era débil sufría de verdad, el que era fuerte mataba. Conmigo esa técnica no le servia en absoluto, pero era su forma de tratar sus problemas, lanzaba siempre la culpa a los demás, y luego los intentaba machacar, que absurdo para una persona tan inteligente, pero yo, si yo pensé que podía cambiarla.

La verdad es que el panorama asustaba al más valiente, mis amigos me llamaban eso,  El Valiente, justificaban todo mi empeño en que solo podía ser por un motivo, estaba enamorado. Una mujer con mal carácter, tres hijos, enfermedad terminal, tu hija de espaldas a ti, el trabajo mal, una promesa que no puedes romper y quieres vivir con ella, cuando todo el mundo sigue diciéndote lo mismo que al principio, QUE LA DEJES YA.
Al final vino su hermano, se hospedaron en un hotel del pueblo, no en casa de Lydia, sus padres estuvieron atareados atendiéndolos. Fueron al hospital a pasar una visita de Noar, sin parafernalias se llevaron a su padre y lo metieron en la consulta a Lydia no la invitaron.

-         Menos mal que has venido Ferry, estoy muy mal.
-         ¿Qué pasa Lydia?
-         Han ido a la consulta de Bellbitge y no me ha dicho nada.
-         ¿Cómo ha ido Lydia?
-      Mi hermano la ha llevado y ha metido a mi padre en la consulta. Se ha enterado de todo.
-         No entiendo nada, cálmate. La verdad es que lo hacéis mal, sois del último que llega.
-         ¿Qué opinas Ferry?
-         Que quieres que opine Lydia. Que hacéis las cosas muy mal, joder. Jugáis a haceros daño. No entiendo nada. ¿Donde esta la satisfacción? No la hay, esta hiriendo a los tuyos, todas estas cosas después salpican en vuestra convivencia diaria, y os volvéis a machacar. Sobre todo lo que no entiendo es que hayan metido a tu padre en la consulta, sin decirte nada, al final tú eres la que convives, los demás están de paso, y la que has estado haciendo seguimiento de la enfermedad de tu madre. Que tonto me encuentro, llevándomelo a comer para que no se entere de nada, y se lo sueltan como un cubo de agua, que mal por Dios, que mal.
-         Yo no quiero vivir más con ellos Ferry.
-         Pues tienes que aguantar Lydia. Voy a dejar el apartamento como sabes, voy a ir a Barcelona, y esa distancia no creo que sea suficiente para que te pierda, espero que no.  No se si seria una buena solución que fuese a vivir con vosotros, una temporada hasta que se solucione todo, o encontremos un inmueble con capacidad para todos, algo a dos niveles que podamos tener dos ambientes diferenciados, ellos y nosotros, no sé.




MÚSICA DE FONDOBACKGROUND MUSIC

Empuje con fuerza para esa solución. Estaba completamente confundido, tenía miedo a ese riesgo de convivencia, ahora solo convivían ellos y se tiraban los platos a la cabeza, un tercero quizá podría hacer de árbitro. Irme solo con Lydia era hundir a sus padres, no podían mantenerse con la pensión de su padre, y ella no podía mantenerse con la pensión de su ex, coger yo un inmueble a mi nombre garantizándolo todo, era otro riesgo que no estaba dispuesto a correr podía salpicarme el coste de un año, el dinero no me importaba de verdad, me importaban las consecuencias. Lydia podía explotar en cualquier momento. La situación era una locura, maldito el día que me enamore de Lydia, que complicado era todo, y encima ella lo hacia más difícil, su incapacidad de relacionarse correctamente con las personas y la obsesión con sus hijos, lo complicaba todo muchísimo más, sin contar con su ex que solo hacia que tocar lo que no suena, era un mundo de ruidos. Además el niño seguía tocando los cojones, como siempre, Lydia no hacia nada para solucionar esa situación, tampoco, vaya presión por todos los sitios.


Por fin desapareció su hermano, volvió todo a la normalidad, relativa, bueno a su normalidad que era la disputa.

-         Ferry, sabes que el sábado vine a dormir contigo
-         Sí.
-         Pues se ve que los subió a casa, y con la cámara del portátil le hizo una foto a todos los nietos y ahora la tiene como fondo de pantalla en el portátil. ¿Qué te parece? Sin pedirme permiso.
-    Pues que es normal, es la abuela, y los niños no tienen la culpa de los mayores. Pero si te molesta, deberías hablar con ella, el problema es que vosotros no habláis, vosotros os tiráis bombas atómicas directamente, y de ese modo no se solucionan las cosas.
-         Pero que desfachatez ha tenido sin decirme nada.
-   Déjalo ya Lydia, no te calientes, esta hecho y ya esta. Tienes cuatro opciones, lo aceptas, hablas con ella y que lo quite, que destruya el archivo o le rompes el PC, pero elige algo inteligente, me parece que no hay para tanto.
-         Es que yo….
-       Déjalo Lydia te lo ruego, déjalo ya coño, no hay para tanto, es su abuela, y es abuela de todos, deja el problema de los adultos para los adultos, si lo quieres solucionar tienes que hablar con ella, sino estas dispuesta no encontraras solución, salvo que cojas el PC y lo tires por la ventana. No te estoy dando ninguna idea, que conste, pero estas tonterías aburren a un muerto, tal como están las cosas y estamos liados en bobadas, pijotadas sin importancia. Disculpa que hable así, pero al final me calientas.
-         No aguanto más Ferry con ellos.
-   Mira lo que se puede hacer, y no veo otra solución ya que vosotros sois incapaces de sentaros en una mesa a hablar, es que haya un mediador, tiene que ser una persona que las dos tengáis confianza, y me parece que esa persona es tu tía, solo ella lo puede hacer. Vais a comer todos juntos y habláis, que tu tía haga de moderador objetivo en vuestra conversación.
-         ¿Cómo quieres que hable yo con mi tía, Ferry?
-   Si quieres subimos el sábado que viene, se lo explicas, os dejo a solas y quedáis, pero es un tema que tienes que solucionar lo antes posible, la convivencia se ira deteriorando de tal forma que os incendiareis gratuitamente.

Así lo hicimos, subimos a ver a su tía, Vivian en un pueblo cercano a Olot, difícil de encontrar. Estuvieron hablando ellas, no intervine en ningún momento, eran cosas de familia y acordaron que su tía llamaría a su madre para ir a comer juntos un domingo.

Su tía llamó, y quedaron para el domingo siguiente, yo no quise, no debía, asistir a esa comida de familia, me quede en el apartamento entreteniéndome en cosas, un poco de sol en la piscina, lectura y poco más, cuando sonó el móvil.

-         Sí Amor dime.
-         Ven a buscarme inmediatamente Ferry.
-         ¿Esta llorando Lydia?
-         Si Ferry, estoy muy disgustada.
-         ¿Dónde estas Lydia?
-         En la puerta del restaurante.
-      Pues voy para allá, cojo las llaves del coche y vengo, cinco minutos, no hay más.

Que habrá pasado me preguntaba. Habrá sido peor el remedio que la enfermedad ¿Qué habrían sido capaces de hacer? Al poco rato estaba en la puerta del restaurante, hice una señal a Lydia y vino hacia el coche, abrió la puerta y subió. Se me abrazo sollozando.

-         ¿Qué pasa Lydia?
-         Mi padre me ha insultado delante de todo el mundo.
-     Bueno relájate, vamos a alguna terraza, tomamos algo y me explicas, toma mis gafas de sol póntelas.

Iba conduciendo, y acariciándola con la otra mano, no soportaba ver llorar a las personas, y a Lydia menos. Su sufrimiento era el mío. Llegamos a un sitio conocido, había sitio en la terraza, una mesa aislada para poder hablar con claridad, nos sentamos.

-         Explícame Lydia.
-       Pues nada he empezado a explicar los problemas de convivencia, y mi padre ha saltado que eso no se explica delante de extraños, que me había creído yo.
-         ¿Y tu tía, Lydia?
-    Ha intentado mediar pero no ha servido de nada, mi padre tiene peor carácter que yo, que ya es decir.
-   Bueno relájate, has hecho lo que has podido, ahora las acciones son otras, evidentemente no os vais a entender en la vida, pero esos enfrentamientos dejan heridas, lo bueno es que sois familia, lo malo es que no hay racionalidad.

La solución final fue que para Abril me iba a vivir con ellos, me tocaba el papel de árbitro, y verificar si la convivencia era posible, en dos meses tomaría decisiones. Hasta yo me quedaba sorprendido de lo que era capaz de hacer por aquella mujer, realmente estaba enamorado, solo ese estado podía hacer que hiciese este tipo de acciones. ¿Iría al cielo o al Infierno? Solo el tiempo lo diría, pero era la solución que nadie tomaba riesgo superior al que tenia, por lo tanto era una buena solución, compleja pero buena, nos conoceríamos todos un poco más. Me gane el apodo de Loco por parte de mis amigos, no entendían que fuese una decisión racional, a mi me daba lo mismo, solo quería el bien de Lydia, amaba hasta la muerte a esa mujer.

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