Llamé a Jaume mi amigo de la infancia, el psicólogo, le pregunté si podía ir a verlo al día siguiente, me dijo que sí que llegaba sobre las tres de la tarde. Decidí irme a un hotel del Vallés, en frente de la Universidad Autónoma , me quedaba cerca de casa de Jaume. Llegué alterado al hotel, me registré y me fui a la habitación.
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| Hotel en la Autopista A7 |
No abrí ni la maleta, la deje encima de una silla y me tire encima de la cama, tal como iba. Me hacia un montón de preguntas, ¿Como habíamos llegado hasta allí? ¿Por qué su comportamiento? ¿Quién puede vivir con alguien con ese carácter? ¿Tenia que poner mi patrimonio en manos de una persona así? Que desastre de relación, y yo no estaba dispuesto a vivir de rodillas. Esa mujer me podía destruir, no encontraba correspondido mi amor ni mi esfuerzo, en absoluto, no se daba cuenta de nada y lo que venia por delante era peor. Estuve toda la noche pensando y fumando, debía de dejarlo ya, no tenia sentido todo aquello, estaba perdiendo el equilibrio.
Una mujer de la que seguía enamorado, con tres hijos, vamos dos hijas y un pobre muchacho que iba a dar más problemas que todos juntos, una madre con problemas de salud, un padre que no se hablaba con él, y encima con ese carácter, cuando no tenia donde caerse muerta, incomprensible, tenia que estar enferma, no había otra explicación.
¿Por qué no había podido darle la vuelta a esa situación? ¿Qué había fallado? ¿Qué más podía hacer, que no hubiese hecho? No entendía nada, en absoluto, se escapada de mi cadena lógica. Una y otra vez, empezaba mi DAFO personal, puntos fuertes y débiles y siempre había una irracionalidad que era imposible de clasificar, y después de todo, mentalmente, me surgía esa frase que no superaba “Pero tú la quieres Ferry”.
MÚSICA DE FONDO – BACKGROUND MUSIC
Incluso me llegaba a preguntar ¿Pero ella te quiere? Siempre la respondía igual, “Sí”, era imposible no hacerlo y ver en algunos momentos como actuaba. Esas debilidades de carácter que tenia formadas por sus experiencias de la vida, esa soberbia, ese cólera, la ira, la codicia, sus frustraciones, definitivamente Lydia tenía que estar enferma.
¿Y yo?, ¿Cómo estaba yo? Me lo tenían que decir, no era capaz de ser objetivo conmigo mismo. Todos mis amigos hacia tiempo que me daban el mismo mensaje “Déjala ya, te harás daño”, y ahora tenían razón me había hecho daño de verdad, estaba sufriendo como nunca en la vida. Poco a poco el cansancio me fue ganando, y me dormí. Me desperté con el sonido del teléfono de la habitación.
- Sí.
- Buenos días Señor, le llamo de recepción, para saber si se va a quedar hoy también.
- No, hoy no me quedare, conteste.
- Únicamente es para recordarle que a las doce se debe dejar la habitación y ya pasa media hora.
- Discúlpeme, me había dormido, ahora bajo en diez minutos.
- No hace falta que corra tanto, mientras lo haga antes de la una es suficiente, más que todo por el servicio de limpieza, que pueda hacer la puesta a punto.
- Muchas gracias.
- A su servicio. Adiós Señor.
Alguien amable, por fin había humanos que sabían hacer su trabajo. Recogí las cosas, y baje a pagar la cuenta, agradeciéndoles su amabilidad. Me desayune, por decir algo, porque a esa hora tocaba comer, pero no tenia hambre, estaba completamente disgustado, desconcertado, estaba mal joder, muy mal. Llego la hora y conduje hacia la casa de Jaume, era curioso, en ese sitio no había cobertura para móviles, esos extraños agujeros negros de la comunicación, que a veces hay por el Vallés. Aparque en la puerta, detrás de su coche. El me vio aparcar y salio a recibirme.
- ¿Qué tal Ferry, cómo estas? Pasa, que Pilar esta esperándote.
- Hola Pilar, dándole dos besos.
- ¿Cómo estas Ferry? Jaume estaba muy preocupado por ti. ¿Qué ha pasado? Pero siéntate en tu sofá, el que ya conoces de alguna noche.
- Pues que ha pasado, seguramente lo que todo el mundo esperaba.
Expliqué todo lo que había ocurrido, de la forma más objetiva posible, para mí la opinión de Jaume era muy importante, ya que era un profesional y sus consejos tenían el doble componente, el de profesional y el de amigo. Jaume era duro conmigo, nunca anteponía uno al otro, siempre iba el profesional por delante. Pilar iba y venia, pero nunca intervenía, ni aconsejaba ni criticaba.
- Vamos a comer un poco Ferry, que Pilar a preparado algo.
- La verdad es que no tengo hambre Jaume, si quieres os acompaño a la mesa, pero no comeré nada, quizá un poco de agua.
- Tendrías que comer un poco Ferry, se piensa mejor con algo de comida en el estomago.
- He desayunado muy tarde, pero por favor comer vosotros, sino me encontrare mal, como si rompiese vuestras rutinas y no tengo derecho.
- Cálmate Ferry, dándome unos pequeños golpes en la espalda de apoyo, venimos enseguida, danos diez minutos, ponte la televisión, ya sabes como si fuera tu casa y por cierto acomódate tranquilamente, te conviene relajarte.
Jaume me saco las zapatillas que me dejaban cuando iba, y me acomode en el sofá, con confianza. Pilar me trajo un vaso y una jarra de agua fría, como a mi me gusta, acompañado de una sonrisa. No tardaron mucho, quince minutos aproximadamente, Jaume se sentó en un sillón enfrente de mí, yo baje el volumen de la televisión, Pilar se quedo en la cocina recogiendo cosas.
- Ferry, ya hace tiempo que te digo que la dejes, esto se veía venir. Tu tienes carácter, te gusta ser justo y no permites los abusos, nunca lo has hecho. Te has planteado un futuro con una persona que no te corresponde, ella no quiere futuro contigo, ella esta sobreviviendo, solo eso desengáñate, no creo ni que tenga sentimientos hacia ti. Ya tuviste problemas cuando estabas en la zona de Garraf, casi llegaste casi hicistes algo que jamás pensaste que harías. Es ese tipo de mujer, que después venden su triste figura a la sociedad, no vale la pena que luches por alguien así Ferry.
- Si Jaume, pero el sentimiento que tengo hacia ella ¿Qué hago con él? Y lo que más me molesta es que no he podido cambiarla, la he ilusionado, pero esta enferma, y por eso insisto.
- Mira Ferry, tú y yo, nos conocemos desde pequeños, tenemos la misma edad, nos hemos visto crecer juntos, te conozco a la perfección. Nunca en el barrio nadie hablo mal de ti, jamás, te comportabas con todo el mundo, la gente te tenia respeto y tu respetabas a la gente. No era un barrio fácil, sobre todo al final. Luchaste como nadie, igual que yo, estudiaste, hiciste una carrera, dos masters, y todo lo que tienes te lo has sudado con el sudor de tu frente, nadie te ha regalado nada, y ahora vas a tirar todo tu patrimonio o vas a arruinar tu vida por ese tipo de mujer que es incapaz de agradecerte nada, no se da cuenta de lo que haces. Mira, por mi experiencia, es un tipo de mujer que siempre tiene la suerte que en cada situación hay alguien que le soluciona la vida, hasta que toque fondo, siempre hay símbolos para detectar esas situaciones, empiezan a ir a esas asociaciones de mujeres maltratadas a explicar su “historia”, que siempre manipulan, después acaban con la asistenta social y después ya no hay nada, bueno si acaban en la prostitución o en la droga, ese será el final.
- No Jaume, no quiero vivir todo eso, y es cierto lo que dices, había pensado en ello. Solo quiero cambiarla, tengo la sensación que es la mujer de mi vida y que no puedo perderla, lo que no sé es donde esta el limite de mí paciencia, creo que esta vez ya he llegado, no lo sé, estoy confundido por completo.
- ¿Va a algún psicólogo? Ferry.
- No, se lo propuse, que se lo pagaba yo, pero no quiso, no se da cuenta que tiene un problema de relación con los demás, y su carácter. Mira que por norma general adivino por donde va a ir, pero ese esfuerzo me genera mucho desgaste y no me deja centrarme en otras cosas.
Mis lágrimas aparecían lentamente en mis ojos, y empezaron a recorre mis mejillas.
- Toma Ferry un pañuelo. Relájate estírate un poco en el sofá, Pilar y yo salimos un momento a comprar alguna cosa y volvemos enseguida. Si me has de llamar, llámame desde el fijo, ya sabes el tema de cobertura aquí.
No tardaron mucho más de lo anunciado.
- Ya estamos aquí Ferry, no hemos tardado nada, algunas compras de última hora como siempre. ¿Cómo estas?
- Bien, mirando la televisión con estos programas insufribles que hacen a esta hora, no se quien se los mira.
- He hablado con Pilar y si quieres quedarte unos días no hay problema, sabes que nuestra casa es tu casa.
- Te estoy muy agradecido, pero creo que me iré a pensar unos días fuera, se que no debería estar solo, pero necesito pensar Jaume.
- Quédate no molestas, aquí estarás acompañado si quieres, o estarás solo si te apetece, por las noches podemos hablar un rato, te sentara bien y poco a poco iras remontando. Después, si quieres, puedes irte, meditar y volver, si crees que es oportuno. No te lo digo por cumplir, nos conoces, esta es tu casa. Toma aquí tienes las llaves para entrar y salir cuando quieras.
- No sé como agradecerte esto, Jaume, te debo una y de las gordas, sabes que nunca olvido a quien me ayuda. Dale mi agradecimiento a Pilar también.
- Mañana Ferry, te presentare a los vecinos, son dos jubilados muy buenas personas y tienen una hija de unos veinticinco años que vive con ellos, son muy amables, si encuentras que necesitas hablar con alguien puedes ir a su casa tranquilamente.
- No puedo llegar a molestar tanto Jaume.
- No te preocupes no es molestia Ferry, hoy por ti mañana por mi, ¿Recuerdas nuestro lema?
- Gracias Jaume.
Cada noche, Jaume y yo nos quedábamos en el salón y hablábamos de mi relación, de Lydia, mi estado emocional no mejoraba, el insistía en la parte sexual de ambos.
- No Jaume, no hay enganche sexual, creo que no. Yo he tenido una vida sexual muy, muy activa, pero cuando estoy con alguien soy fiel a esa persona. Soy de los que no explican sus batallas, porque muchas de ellas podrían parecer mentira. Tengo una potencialidad inusual, no por la dotación sino por la disponibilidad, pero tiene que haber un complemento y ese es el deseo, si no deseo no hay sexualidad. Si algún día acabo de escribir ese libro que siempre le he dicho a Lydia que haría de nuestra relación, pueden llegar a juzgar los hechos como debilidades de uno o de otro. Mira, hablando claro, ni creo que ella sea ninfomana, ni yo enfermo de lujuria. Solo ocurre una cosa, hemos llegado a tal estado de normalidad entre ella y yo en ese tema, que lo encontramos normal, nos entregamos cuando al otro le apetece y viceversa, con toda normalidad, sin tabúes, sin fronteras, después, como algunos, tenemos ciertas morbosidades, hacerlo en sitios difíciles, sin exhibiciones, eso sí, pero nos pone, sin más. Dicen que las feromonas con el tiempo se acaban, pero en nuestro caso ha ido a más, a mucho más. Por ejemplo, yo le he acostumbrado a ir sin bragas, y me pone saber que va así, y ella lo sabe y procura hacerlo siempre que puede, por ejemplo cuando vamos al cine, o cuando venia a recogerme al aeropuerto. No creo que haga falta que te explique más de ese tema, pero en nuestra sexualidad, hagamos lo que hagamos, hay muchísimo amor, yo seria incapaz de hacer sexo con ella, y esta claro que lo que hacemos nosotros muchísima gente le podría llamar sexo, que equivocados están. Pero al mismo tiempo he de reconocer que la sexualidad es importante en nuestra relación, pero no es lo básico.
- Te va a costar remontar Ferry, tienes que convencerte, llevamos algunas noches hablando y no avanzas, siempre me sacas la frase de “Pero yo la quiero”, déjalo ya, no compitas con mis consejos profesionales, yo no soy uno de tus clientes que les tienes que vender algo, solo intento ayudarte, hazme caso. Haz una cosa, vete tres o cuatro días, vete a esa zona que te gustaba tanto, allí arriba en el Noguera Pallaresa, relájate con los paisajes, habla con la gente y vuelves y seguimos.
- Si que lo haré, Jaume, te estoy muy agradecido por tu ayuda, aunque sé que soy un paciente difícil. La encuentro mucho a faltar.
- Y es normal, solo hace unos días. Venga descansa un poco.
- Me conectare un poco a Internet con tu línea fija y despachare el correo.
- Lo que quiera Ferry, me voy a dormir, hasta mañana.
- Hasta mañana Jaume.
MÚSICA DE FONDO – BACKGROUND MUSIC
Conecte mi PC a su línea fija de Internet y empecé a despachar el correo. Recordé que los padres de Lydia, se iban y le escribí este mail de despedida. Ella siempre que iba a su país me traía unos chicles de una marca conocida que eran de resina, eran maravillosos.
De: "Ferry ”
Solo unas líneas para desearles un feliz viaje, tanto de ida como de vuelta. Si tienen algún problema para el cambio de billetes, recuerde que se pagaron con la tarjeta, comuníquemelo haré cuanto pueda con gusto.
Quiero aprovechar para agradecerles a Vd., y a su marido la acogida que me han facilitado en su domicilio.
Este e-mail solo tiene esto -> palabras y deseos, no hay dobles intenciones.
Manténgalo en secreto o público como Vd., prefiera.
Reciba un fuerte abrazo.
Ferry
* Encontrare a faltar mis chicles
* Encontrare a faltar mis chicles
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